España y su potencial colaborador

Hace unos meses ya lo decíamos, y parece ser que la realidad lo confirma: España es territorio coworking. El Coworking Global Census, un “termómetro” de los espacios coworking en todo el mundo, ya anunciaba en su estudio de 2013 que España era el tercer país del mundo con más espacios de coworking, por detrás de Estados Unidos y Alemania. También se hablaba si ésto podría convertirse en una burbuja coworing (algo sobre lo que reflexionaremos la próxima semana), pero de momento lo que nos interesa es la parte positiva, y es que todo señala en una dirección: España, entre los países con mayor potencial de la UE para la economía colaborativa, según la publicación corresponsables.com. Y aún es más, la economía colaborativa crecerá un 25% en 2015, alcanzando una facturación de 3,5 billones de dólares, según Forbes. Puede que sea una moda, pero se está asentando con fuerza en nuestro modelo económico y además generando mercado y reforzando la economía.
Kiron Rivandran, que participó en la jornada sobre Sharing Economy organizada por el Global Corporation Center de EY e IE Business School en Madrid, señaló que lo que más motiva a los españoles a participar de este tipo de economía es la reducción de costes, la sostenibilidad de los nuevos modelos de negocio, la utilización de la tecnología, el cambio de valores y una nueva mentalidad que impulsa a actuar en comunidad y alejarse del consumo excesivo, el deseo de no ser propietarios o ayudar a quienes lo necesitan. Y es que en esas jornadas se puso de manifiesto algo tremendamente clarificador: muchas de las empresas que más facturan y marca tienen, no son propietarios directos de lo que ofrecen o de sus servicios. Uber, Facebook o Airbnb son los ejemplos de empresas con un alto nivel de facturación que lo que ofrecen son servicios a través de otras personas. Así visto, la economía colaborativa refuerza la figura de la persona, del ciudadano como prestador de servicios, haciendo a la sociedad más igualitaria y autosuficiente.
La tendencia es que en este 2015 el tipo de productos o servicios más atractivos para los consumidores colaborativos figuran la formación (29%), las herramientas (23%), la electrónica (19%), las bicicletas (18%) o los coches (17%), según datos de Nielsen. Así pues estamos ante un más que posible cambio de paradigma empresarial, la cuestión es sencilla, ¿te unes?